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Donde las historias toman forma y el diseño cobra vida....
Porque cuando las personas son más felices en los espacios que las rodean, la energía del mundo también se transforma...
Soy arquitecta mexicana, formada por las experiencias y contrastes de tres ciudades que marcaron mi visión del diseño: Ciudad de México, Nueva York y Madrid. En Madrid descubrí una pasión que aún me acompaña: restaurar muebles antiguos y encontrar la belleza en piezas que guardan memoria y alma.
Vivir y estudiar diseño en estas ciudades me dio una perspectiva internacional, una mirada que combina sensibilidad cultural con estética atemporal. También me enseñó a ver los espacios no solo como entornos físicos, sino como marcos vivos que sostienen nuestros rituales cotidianos: cómo despertamos, cocinamos, descansamos, nos conectamos y creamos recuerdos.
Para mí, el diseño de interiores es mucho más que apariencia; se trata de dar forma a la manera en que la vida sucede dentro de un espacio.
Creo que cuando las personas se sienten más cómodas y felices en los lugares que habitan cada día, su energía cambia, y ese cambio trasciende más allá de ese espacio.
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Este es el corazón de mi trabajo: crear lugares con alma que hagan la vida de todos un poco mejor, un espacio a la vez.

Me gusta pensar que puedo contribuir al mundo a través de la transformación de los espacios, y con esto darle la posibilidad a las personas de vivir y transitar un lugar en el tiempo en dónde se sientan felices.